Los
filtros no son biodegradables, están fabricados con hidrocarburos y
acetato de celulosa, derivados del petroleo, tarda más de diez años
en degradarse de forma natural. El problema básico no radica en el
tiempo que perduran estos residuos, sino en la toxicidad que acumula,
está diseñado para acumular los componentes del tabaco, que son
liberados en contacto con el agua. Por lo tanto cuando llegan a los
ríos o incluso al mar, sueltan estas sustancias, lo que supone una
grave amenaza para la biodiversidad. Los filtros y los cigarros, al
entrar en contacto con el agua, la contaminan con sustancias tóxicas
como nicotina y alquitrán, así como metales pesados como plomo,
arsénico y cianuro. Por cada colilla arrastrada hasta ríos o mares,
se contaminan dos litros de agua. sabemos que
una sola colilla de cigarrillo contamina aproximadamente 8 litros de
agua de mar según estudios desarrollados por Ocean Conservancy, y
hasta 50 litros de agua potable
El
problema no es solo la contaminación del agua, también entra en
contacto con diversos animales que pueden sufrir enfermedades e
incluso la muerte, si consumen mucha nicotina. Son halladas en los
estómagos de especies marinas, aves y tortugas, producto que
confunden con alimento. Una sola colilla de cigarrillo en un litro de
agua con peces pequeños es lo suficientemente tóxica para matar a
la mitad de los peces en 96 horas, una prueba de toxicidad estándar,
de acuerdo a un experimento presentado en un artículo publicado en
la revista Tobacco Control.
Se
analizaron los efectos de los elementos liberados por las colillas
sobre la pulga de agua, un crustáceo imprescindible para la cadena
alimenticia de los ecosistemas de agua dulce; el resultado fue que
bastan menos de 0,125 colillas por litro de agua para que las pulgas
mueran en menos de 48 horas.
También esta el problema de su fabricación, para producir 300 cigarrillos,
se corta un árbol en alguna parte del mundo, según "Science,
Tobacco & you". En Costa Rica, con base en los datos de
consumo en el país del IAFA, contribuimos a la deforestación de
unos 23,333 árboles por día. Otro de los problemas que tienen las
colillas es generar incendios forestales,
cuando se quedan encendidos.
Muchos
países tienen leyes que obligan a los dueños de negocios a que
coloquen ceniceros fijos que deben ser vaciados para limpiarlos.
Además, hacen campañas para que la gente no tire las colillas en el
suelo. En Australia, se ha calculado que el 50% de los cigarrillos
consumidos se fuma en el exterior, y de estos el 59% se tira al suelo
en vez de en un cenicero o una papelera. Para tener una estimación
prudente, supondría que acaban en el suelo unas 4.000 millones de
colillas.
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